viernes, 18 de noviembre de 2016

¿Ya puedo salir de mi escondite?


¿Ya puedo salir de mi escondite? ¿Alguien me asegura que en casa ya no se repiten día y noche los mismos sonidos?

Al principio todo era maravilloso. Ella, mi humana, pone música rara (como diría el de Logroño). Han pasado unos años desde que llegué, y no os podéis imaginar la de canciones que hemos cantado (bueno, yo en alguna ocasión, me he echado una de mis siestecillas). Me gusta ver cómo se emociona Lu, le brillan los ojos, de pronto sonríe, parece ausente, improvisa bailes un tanto patosos (ella cree que son hipnóticos), se transporta a mundos lejanos y felices.


Una de sus pasiones (tiene unas cuantas), son The Cure. Se sabe casi todos los temas de los 80 (va mayor, pero eso no se lo digo). Nos (sí en plural) encanta ese grupo. Adoramos a Robert Smith, su voz, las letras, las guitarras, ese bajo, la batería, la época inicial y oscura, las caras B y rarezas, los hits más comerciales, sus directos, acústicos, versiones, colaboraciones…

¿Adivináis que escuchamos de forma obsesiva desde hace más de un mes? Lo peor es que esto no parece que vaya a detenerse nunca. No se cansa…. A mí me parece que cada día sale del piso más despeinada.

¿Alguna sugerencia?





viernes, 11 de noviembre de 2016

Es FELIZ



Chubasquerita Roja. Flacucha, con canas, viviendo a su edad lo que no experimentó en su infancia y adolescencia. Duerme en un sofá confortable, tapada con una manta mullida. A su pienso le acompaña siempre algún ingrediente sabroso. Es la reina indiscutible de los mimos. Da igual, familia, amigos, conocidos, o anónimos que simplemente fijan su mirada en ella apenas unas décimas de segundo. Da pequeños brincos, se acerca aparentando timidez, y nadie se le resiste. Adora las muestras de afecto y admiración. Abuela gruñona con los cachorros indómitos. Ladrona delicada, de guante blanco. Glotona y perezosa. Nada de madrugones, nada de estrés. Por las mañanas al monte con su pandilla (su inseparable Lola), y su queridísima Teresa. Incansable, vigila a los conejos de La Guía (los tiene controlados, aspira a cazarlos a todos al mínimo despiste). Cuando corre, todo a su alrededor se detiene. Ella vuela en sus elipses infinitas. Es FELIZ. Nos hace inmensamente felices.