Momentos

Son muchos los momentos especiales, y resulta complicado elegir:

Correo de respuesta inicial de galgos112.

Visita previa. Estaba nerviosa y creo que no les ofrecí ni un vaso de agua.

Llamada telefónica del sábado 31 de diciembre. M en Asturias.

Correo del 2 de enero con más detalles sobre M.

Correo del 7 de enero, otro sábado. M es Vilma.

Primera conversación con Josué.

Fotos. Ya sabemos cómo es, aunque al principio nos la imaginamos más alta.

Vídeo y fotos en la playa. Esas imágenes la acercan mucho más a mí.

Viernes 3 de febrero. Día para marcar en el calendario. Jornada laboral en la que me disperso, incapaz de concentrarme. Tarde larga de espera. Suena el móvil, están al lado del portal de mi edificio. Mi hermana y yo salimos disparadas. Baja Vilma del coche, pequeña y tan delgada. Contenta, olfateándolo todo. Es adorable. No me lo puedo creer. Ya está aquí.

Entra en casa y ya descubre la cocina. Una breve inspección a su alrededor, y directa al sofá, donde se acomoda y pronto se queda frita. ¿Soñará con los bocadillos que se comió  de camino?

Esa primera noche apenas duermo (ella seguro que está tan pancha, pero yo atenta al más mínimo ruido).

A la mañana siguiente ahí está (no era un sueño), en su camita.

Y en la encimera los restos de sus andanzas nocturnas para localizar tesoros comestibles. Como el famoso cachorro del anuncio del papel higiénico, ella se dedica al rollo de cocina. Tendrá que mejorar la técnica si quiere alcanzar la fama. Ella puede.

Durante días (o semanas) no se me borra de la cara una enorme sonrisa de felicidad (parezco boba). No me canso de contarles a todos (quieran escucharme o no) lo maravillosa que es, lo guapa, lo tranquila, lo ladronzuela, lo sociable.... Parece que no tengo otra conversación. Estoy pletórica.

Hasta ese 3 de febrero viví con mucha intensidad todo el proceso. Era al fin una realidad y yo me siento MUY FELIZ.